lunes, 23 de febrero de 2015

Eran Cosas de Niños

El hotel Cherryngtown de San Francisco es uno de los más lujosos y selectos de la ciudad. Se trata de un coloso de 23 pisos de exceso y ostentación, regado por las magníficas costas del lago Merced. Es aquí dentro donde se suceden las aventuras de Lack y Buddy, los adorables gemelos rubios de mejillas sonrojadas que todo el mundo adora.


Primer acto

Recibidor del hotel. Se trata de un espacio amplio y decorado de rojo con sillones de cuero y un mostrador de caoba vacío. Al fondo, se hallan varios carritos aleatoriamente colocados y figurantes haciendo como que hablan o que miran cosas en mapas que en realidad no tienen nada escrito.
  Lack y Buddy entran a escena, dos gemelos rubios de 12 años con la misma ropa deportiva, pero de diferente color: rojo y azul. El público aplaude.
BUDDY: Madre mía Lack, qué hambre tengo…
LACK: Ya. El rugido de tus tripas me ha despertado esta mañana.
  Risas enlatadas.            
FIGURANTE 1 (pasando con un carro lleno de maletas vacías): Y a mí.
  Risas enlatadas.
  Entra en la sala una mujer de 50 años. Las múltiples operaciones de su cara hacen que aparente ser una persona de 40 que se recupera tras haber sufrido un accidente de tráfico sin casco. Sujetando su brazo, un hombre fornido y velludo la acompaña.
LACK: Hola mamá.
MAMÁ: Hola chicos, ¿cómo estáis? Os presento a Robert.
ROBERT (con un marcado acento ruso): Hola muchachos.
BUDDY: Vaya, vaya… ¿es tu nuevo, ya sabes…? (guiña un ojo).
  Risas enlatadas.
  La mujer hace aspavientos con las manos.
MAMÁ: Oh, no, ¡qué va! Robert sólo es un amigo que va a ofrecerme un trabajo.
ROBERT: Así es.
MAMÁ: Chicos, no quiero ocultaros nada: los abogados de vuestro padre han conseguido que se acepte su recurso de apelación, así que no va a mandarnos más dinero. Por suerte, antes de teneros yo era una actriz famosa. Podré mantenernos.
ROBERT: Tengo grandes planes para ella.
MAMÁ: Bueno, nos tenemos que ir. Sed buenos.
LACK: ¿Acaso lo dudas?
  Risas enlatadas.
  Antes de que la mujer salga por la puerta del hotel, entra a escena Lucy, una joven niña rica extravagante y poco hábil de pensamiento, aunque afable y extrovertida.
LUCY: Hola señora madre de Lack y Buddy.
  Risas enlatadas.
MAMÁ: Hola Lucy, ¿cómo te va?
LUCY: Mal. Mi papá acaba de decirme que si no encuentro un trabajo dentro de 15 días cancelará mi tarjeta VISA platino. ¡Qué mal! Tendré que conformarme con la de oro, ¡como una pobre!
  Risas enlatadas.
MAMÁ: Sí, eso sería horrible… en fin Lucy tenemos que irnos ya.
LUCY: ¡Espera! (se acerca a la pareja) ¿Es tu nuevo, ya sabes…? (guiña un ojo)
  Risas enlatadas.
MAMÁ (con cara de circunstancias): No, Lucy, es sólo un amigo que va a ofrecerme un papel.
ROBERT: Tengo grandes planes para ella. ¿Nos vamos o qué?
MAMÁ: ¡Hasta luego!
  La pareja se marcha. Lucy pasa junto a los gemelos.
LUCY: Hola Lack. Hola Buddy.
BUDDY: Hola encanto (levanta las cejas).
  Risas enlatadas.
LUCY: Oh… ¡qué mono! Pero ahora no tengo tiempo para hablar con vosotros. He de llamar a mi abogado para que haga cosas de bancos. Es un señor un poco raro. Huele a pis.
  Risas enlatadas.
LUCY: ¡Nos vemos!
  Sale Lucy. Entra a escena Bosby, el encargado del hotel, un hombre de mediana edad calvo como una bola de billar. Junto a él camina un jeque árabe ante el cual se humilla.
BOSBY: Lo siento mucho, sultán Aj Ra Himily, no volverá a pasar, se lo aseguro, le daremos habitaciones gratis para los próximos…
AJ RA HIMILY (con marcado acento árabe): Ya lo creo que no volverá a suseder… ¡Como que nunca más volveré a este hotel! Mis esclavos vendrán a recoger mis cosas de madrugada. Espero que esté abierto.
BOSBY: Sí sultán, así será sultán, lo siento mucho sultán…
  El hombre árabe se marcha. Bosby se vuelve hacia los gemelos.
BOSBY: ¿Sabéis quién era ese hombre?
  Los gemelos se encogen de hombros.
BUDDY: ¿Un rey mago?
  Risas enlatadas.
BOSBY: Se trataba del jeque árabe Aj Ra Himily, o como se le conoce en los países de oriente, “el Sultán”. Posee una importante porción de los derechos petrolíferos del norte de Siria e iba a invertir una considerable cantidad de dinero en nuestro hotel, pero antes quería pasar una noche sin incidentes… aunque, al parecer, eso no va a pasar, ya que “dos niños no identificados” han abierto un extintor dentro de su habitación y su camello favorito ha muerto intoxicado. ¿Sabéis algo de esto?
  Los gemelos se miran entre sí.
LACK (con actitud infantil): ¿Nnnnnnoooooooouuu…?
  Risas enlatadas.
  Bosby se encoje de hombros.
BOSBY: En fin, supongo que lo hecho, hecho está. Son cosas de críos.
  Bosby se marcha.
LACK: Menos mal que aún somos adorables y nuestra impulsiva conducta pueril no es sancionada.
BUDDY: Sí… ¡eh! ¿Y si cambiamos los números de todas las habitaciones entre sí? ¡La de la limpieza se volverá loca!
LACK: ¡Covabunga!
  Risas enlatadas.

Final del primer acto


Segundo acto

Han pasado 6 años desde que dejáramos a nuestros entrañables protagonistas… y han crecido. Los gemelos se encuentran en el mismo recibidor del hotel, notablemente más destartalado y ruinoso de lo que fuera antaño.
  Los chicos también han cambiado. Lack tiene media cabeza rapada y teñida de blanco, varios piercings en la cara y le falta un cacho de oreja; por su parte, Buddy parece haber envejecido 20 años de golpe, con el pelo grasiento y destartalado y una barba descuida e irregular.
BUDDY: Ey, Lack, ¿cómo te va colega?
LACK (mientras se saca un cigarro del bolsillo): Mal Buddy, tengo un problema. Necesito pasta o unos amigos de un amigo me cortaran los dedos de la mano derecha. ¿Tienes algo suelto por ahí?
BUDDY: Qué va, tronco. Los abogados de Lucy insisten en sacarme toda la pasta que gano como repartidor de pizza o si no me llevarán a los juzgados para obligarme a hacerme la dichosa prueba de paternidad.
LACK: Jo tío… ¡qué palo!
  Entra a escena la madre de los gemelos. Si su hijo parece haber envejecido 20 años, en ella el tiempo ha transcurrido al menos el doble de rápido. Sus arrugas están tensas como sogas, su pelo es un cenicero sobreocupado y sus ojos son vidriosos estanques, muertos ya hace tiempo. De su brazo cuelga un joven de tez morena, con perilla, bigote y una coleta.
MAMÁ: Hola chicos, os presento a Esteban. Es mi nuevo novio.
ESTEBAN (con marcado acento irreconocible): Ssszí…
MAMÁ: Chicos, voy a trabajar. Esta vez sí que sí, este señor me va a convertir en una estrella.
ESTEBAN: Claro qué ssszi, Svetlana.
MAMÁ: Me llamo Marion.
ESTEBAN: A ellos no les importa.
  La pareja se marcha.
BUDDY: Qué palo… me da que la vieja tampoco va a darte el dinero.
LACK: Espero que por fin encuentre al hombre de su vida. Ya van 6 esta semana. Pero yo necesito la pasta ahora…
BUDDY: ¡Eh! Se me ocurre una idea. Es un negocio de calidad, seguro y sin ningún riesgo.
LACK: ¿Cuál?
BUDDY: Plantar psicotrópicos y venderlos. Tengo un colega que nos conseguiría buena mercancía.
LACK: ¡Sí! Y podemos usar el despacho de Bosby para cultivarla. Desde que las ventas del hotel cayeron un 312%, ya no lo usa casi nunca.
BUDDY: ¡Covabung… acccjjjjaaaa, accccjaaaa…! (después de dos carraspeos ásperos, el chico esputa un denso moco gris).
  Risas nerviosas.

Final del segundo acto


Tercer acto

Recibidor. Dos agentes de policía se llevan esposados a sendos gemelos. Siguiendo el proceso con su ceñuda mirada, un Bosby demacrado, ojeroso y con profusas manchas negras en la piel, retuerce un pañuelo entre las manos.
BOSBY (gritando, visiblemente alterado): ¡Ya estoy harto de vuestras gilipolleces! Llévenselos, agentes.
BUDDY: Vamos Bosby, no seas así, enróllate. Han sido muchos años juntos.
BOSBY: Sí, 6 años. Y 3 embargos. Y 4 infartos. Al principio animé vuestras gamberradas pensando que eran cosas de niños, pero me equivoqué. Sin un referente claro, ni materno ni paterno, vuestras acciones han ido evolucionando hacia algo mucho más turbio y descontrolado. Os habéis criado sin educación ni respeto por las normas sociales, y al final habéis ido demasiado lejos. Pero no eludo mi parte de culpa como adulto responsable, ya que al reír vuestras gracietas, tanto yo como el resto de nosotros, reforzamos una conducta destructiva, impulsiva y narcisista, que finalmente ha desencadenado en esta situación. Me siento mal y triste, pero mi corazón ya no puede más. Llévenselos agentes, llévenselos lejos de aquí, en donde su oscuridad no nos amenace, en donde se les pueda volver a meter en el cauce de la sociedad. Yo he fracasado.
  Los guardias tiran de los detenidos.
LACK: Joer Bosby, tú ya no eres colega.
  Ya nadie ríe.

Fin del tercer acto


Epílogo

Después de pasar 3 años en prisión, Lack fue excarcelado. Los matones que le acosaban dieron con él rápidamente y realmente fueron los últimos en hacerlo, al menos hasta que 12 años después se encontró su cabeza en un vertedero de Coahuila, México.

Tras 4 años y medio encerrado por mal comportamiento, Buddy también fue absuelto. Incapaz de superar las desapariciones de su madre y su hermano, y tras los múltiples abusos sufridos durante su estancia en prisión, el chico se sometió a una controvertida operación de cambio de sexo. Ahora trabaja como stripper en un club de carretera. Su hijo no sabe que existe.

La empresa del padre de Lucy fue intervenida por la Interpol por usar niños de Tailandia como mano de obra. Su familia perdió todo el dinero y tanto la chica como su hijo acabaron en la calle. Tras una temporada viviendo debajo de un puente, después de demostrarse incapaz de tener ningún trabajo honrado por su acusada carencia de habilidades, acabó donde acaban todos los despojos sociales: trabajando en Telecinco. La audiencia la odia. Su hijo la odia. Ella permanece congelada en una cámara frigorífica hasta que la sacan de su letargo para el siguiente programa.

A la madre de los gemelos nadie la ha vuelto a ver.

Bosby se declaró en banca rota, abandonó el hotel y se fue a vivir a una montaña de Idaho, en donde vivió de la naturaleza hasta que unos cazadores le confundieron con un reno. Murió feliz.





“La educación es la manera que tenemos de sobrevivir a la muerte a través de nuestros hijos”.


FIN

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